Por Jorge Manrique Grisales
Apreciado Falcao:
Hasta el mismo presidente Santos sacó provecho de la desgracia nacional de verte postrado en una cama mientras tus rivales entrenan y se preparan para el Mundial. Muy sonriente se apareció en la sala de recuperación luego que te intervinieran quirúrgicamente la rodilla izquierda. En época electoral vale todo y los asesores del primer mandatario no dudaron un momento en recomendarle que dejara tirada la agenda económica de Davos, Suiza, y se fuera a mojar pantalla al lado del héroe caído.
Te cuento que el país anda con los pelos de punta no por la guerrilla, la pobreza, el desempleo o la destitución de Petro... Todos andamos pegados de la esperanza que puedas jugar en Brasil. Eres Trending Topic en las redes sociales y algunos hacen chistes sobre vos para aplacar tanta tristeza. El país se paralizó cuando se supo de tu lesión jugando un partido ante un equipo de cuarta división en Francia (siempre pensé que eso de irse para El Mónaco no fue una buena idea).
A todos nos duele que después de la hazaña contra Chile en Barranquilla, cuando empataste un partido que dábamos por perdido en el primer tiempo, ahora tengamos que resignarnos a hacerle fuerza a Jackson para que haga los goles que te estaban aguardando en las canchas brasileras. Recuerdo muy bien como colocaste ese balón para patear ese segundo penal. La frialdad con la que diste unos pasos atrás y la certeza de ese zapatazo que puso a gritar a todo un país. Yo estaba en la cafetería de la Universidad y casi me salgo de la ropa... No lo podía creer.
Al hacer un balance de fuerzas sobre las posibilidades de verte en el Mundial, pienso en lo que ha sido tu carrera. No te pareces a Maradona, Messi, Ronaldo, Forlán o el Pibe... Eres El Tigre y así comenzaron a idolatrarte los hinchas de River donde comenzaste a sacar las garras. Aún no tenías el pelo largo y conservabas una carita de niño bueno.
No sé de dónde se le ocurrió a tu papá que deberías llamarte Falcao, como aquel legendario jugador brasileño que lloró celebrando un gol ante Italia en un Mundial que ya no recuerdo muy bien. Alguna vez le escuché que quería que tú jugaras como el mencionado mediocampista carioca, pero la verdad no te pareces en nada. Eres certero cuando estás en el área. De Paulo Roberto Falcao sólo te quedó el nombre que poco o nada combina con el de tu papá, Radamel.
No se me puede olvidar cuando siendo técnico de la selección Colombia, Leonel Alvarez te puso a "banquiar" en el partido contra Bolivia en la Paz. Entras en el segundo tiempo y de inmediato le das la victoria al combinado nacional... Qué vergüenza para Leonel que creyó que teniéndote de suplente nos iba a clasificar a Brasil.
Ojalá que cuando te recuperes pienses en un futuro lejos del Mónaco. No sé si te tengamos para el Mundial de Rusia en 2018, pero todo hay que irlo pensando. Acabo de verte en una cámara hiperbárica en Twiter. Dios quiera que toda la tecnología y esa fe inquebrantable que tienes te aproximen a lo que todos queremos: verte devorar rivales en el área y marcar los goles con que sueña Colombia desde hace 16 años que no vamos a un Mundial.
martes, enero 28, 2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)